Cuando un edificio se construye lo hace para perdurar. La búsqueda constante de los materiales más resistentes nos aseguran que el inmueble se conserve de la mejor manera posible a lo largo de los años, convirtiéndose en un testigo mudo de lo que ocurre en su interior. ¿Quién no ha escuchado alguna vez la expresión “las paredes hablan”? En Enero Arquitectura creemos que sí, que las paredes hablan, que cuentan historias de lo que el edificio ha vivido, de las personas que han pasado por allí, y que estas historias no deben perderse.

Por todo esto, cuando en nuestro estudio nos enfrentamos a una rehabilitación patrimonial, queremos que la esencia del edificio permanezca. Y para ello, trabajamos con una filosofía basada en la conservación de la tradición; es fundamental para nosotros preservar elementos y materiales originales, con el objetivo de que cada espacio sea capaz de contar su historia.

De esta manera trabajamos desde hace años en Ibiza donde hemos podido realizar, entre otros muchos proyectos, la reforma de distintas casas payesas, viviendas tradicionales de la isla cuyo origen se remonta a la época de los fenicios. La madera de sabina, el encalado natural o los morteros naturales son algunos de los materiales de los que hacemos uso para mantener la tradición de estas construcciones. Su uso no es un recurso meramente estético: utilizamos estos elementos porque, además de reflejar un estilo característico que no queremos perder, nos aseguran que la casa seguirá manteniéndose en las mejores condiciones en el futuro. Por ejemplo, el uso de morteros naturales en las paredes sirve para que los muros transpiren, de forma que se evitan condensaciones y humedades.

Otra de las características de las casas payesas ibicencas actuales son sus estructuras, muy similares a las que se construían hace más de 3000 años. Su conservación es otra de nuestra apuestas en los proyectos de rehabilitación patrimonial, ya que su mantenimiento nos ayudan a mantener la memoria histórica de la isla.

Muchos de nuestros proyectos no podrían llevarse a cabo sin la ayuda de artesanos expertos en diversos oficios tradicionales. En Ibiza, los maestros caleros y carpinteros son indispensables para conseguir el resultado único que buscamos. Por otro lado, también nos preocupamos por el cuidado del entorno de las viviendas, con una apuesta por el uso de flora autóctona, como olivos y algarrobos, para conseguir que el edificio se integre de forma total en el paisaje.

A simple vista, las casas payesas de Enero Arquitectura no se diferencian demasiado de las que los fenicios construyeron tiempo atrás. A simple vista. Porque si miramos un poco más allá, veremos que hemos diseñado una nueva versión, innovadora y funcional, que nos permite renovar los espacios manteniendo siempre la esencia y la tradición.