Eduardo Navarro es arquitecto e ilustrador. Terminó la carrera de arquitectura en 2016, con un sobresaliente en su proyecto de fin de carrera, donde combinó ilustración y arquitectura para mostrar una nueva formar de ver la construcción de edificios. Actualmente, trabaja en ENERO Arquitectura, donde ha desarrollado proyectos hoteleros y hospitalarios. Como ilustrador, Eduardo se centra en la ilustración digital y ha expuesto en galerías como Atelier des Jeunes y Johnny Coolart. Si quieres ver más de sus trabajos, no dejes de visitar su galería de Instagram.

En los últimos años, el desarrollo exponencial de las herramientas digitales ha redireccionado la manera de abordar, entender y representar la arquitectura. El hiperrealismo de la arquitectura asociado a los protocolos y sistemas constructivos mediante la metodología BIM (Building Information Modeling) ha limitado, de alguna manera, la capacidad expresiva y generadora de ideas del dibujo en favor de una mayor precisión en la representación de elementos arquitectónicos. No se nos presenta únicamente el espacio con el que trabajar de una manera predeterminada si no que se condiciona también el cómo dibujamos.

El dibujo como herramienta proyectual y la representación gráfica siempre ha sido un instrumento fundamental en el desarrollo de la creatividad arquitectónica, algo que se puede apreciar en ejemplos recientes de la historia de la arquitectura como la corriente arquitectónica del antidiseño (Archigram, Superstudio y Archizoom) así como en algunos de los primeros trabajos de arquitectos como Libeskind, OMA y Zaha Hadid.

The Peak – 1983. Zaha Hadid

El desarrollo en los últimos años de herramientas digitales como Photoshop o Illustrator nos han presentado una nueva trayectoria, no sólo para el dibujo, sino para la manera en la que imaginamos la arquitectura. El discurso de la imagen arquitectónica se ha visto potenciado por capacidades como el collage aplicado al Photoshop que permiten reflexionar sobre tipos distintos de espacio digital, cualidades gráficas y propuestas arquitectónicas alternativas y simultáneas.

El amplio abanico de posibilidades que ofrecen las herramientas digitales, tanto en la manera de visualizar como de tratar una imagen, nos permite manipular el mundo que nos rodea estratificándolo en capas de información fácilmente modificables y reorganizables. La yuxtaposición de información ofrecida por técnicas como el collage se potencia al aumentar la posibilidad de exploración de las imágenes. Al diseccionarlas, aplicarles máscaras, modificar sus parámetros de luz, color, luminosidad y un largo etcétera, se desdibujan los límites entre las partes que componen un conjunto gráfico indivisible.

Los dibujos e ilustraciones digitales aplicadas a la arquitectura nacen de la combinación de múltiples fuentes y estilos de representación como el modelado en tres dimensiones, el renderizado, el dibujo a línea o la inclusión de material fotográfico y cinematográfico que terminarán por formar un conjunto homogéneo.

Ilustración del arquitecto Eduardo Navarro

Estos dibujos se materializan en el vacío de una pantalla que permite desplazarse, acercarse y alejarse desde el detalle hasta la totalidad de la idea representada. Se ha de definir no sólo el dibujo en sí, sino también el espacio en el que se desarrolla como un mundo paralelo con sus propias normas de visualización y movimiento.

Ilustración del arquitecto Eduardo Navarro

Es la propia estructura del dibujo en sí la que se ve afectada por el gran flujo continuo de referencias a las que se tiene acceso. Esto desemboca en la creación de una serie de ilustraciones de arquitectura en las que una gran cantidad de información es comprimida, categorizada y resaltada de diversas maneras según cuáles sean los aspectos a destacar de la propuesta arquitectónica representada.

El realismo simulado de las imágenes renderizadas se encuentra en claro contraste con la ilustración digital aplicada a la arquitectura que explora y abusa de su propia artificialidad para enfatizar el carácter ficticio de la representación y poder así potenciar su discurso proyectual.