Un edificio sostenible de bajo impacto construido en el entorno natural y protegido de la Sierra Norte de Madrid. Con esta idea en mente, nos enfrentamos en 2010 al diseño del hospital general de Collado Villalba, un espacio que asiste a los 110.000 habitantes de la zona gracias a 140 habitaciones, 87 consultas y nueve quirófanos; todo ello en una superficie de 69.000 m2.

Cuando comenzamos con este proyecto, nos dimos cuenta de que era necesario entender los valores del entorno para lograr una integración perfecta del edificio en el paisaje y, para ello, establecimos un diálogo con todas las personas que iban a estar de alguna manera en contacto con el hospital (desde el personal sanitario hasta los pacientes). Esta manera de trabajar nos permitió desarrollar prácticas arquitectónicas saludables —como la generación de espacios al servicio del usuario o el aprovechamiento de la luz natural— y la puesta en marcha de estrategias de integración en el paisaje —reciclaje de materiales procedentes del movimiento de tierras, el uso de una escala apropiada y la reforestación de especies autóctonas—. Por otro lado, el empleo de energías renovables en la incorporación de sistemas de refrigeración pasiva, la cogeneración o la iluminación artificial nos permitieron diseñar un edificio totalmente sostenible y respetuoso con el medio ambiente.

Búsqueda de la funcionalidad

La búsqueda constante de la funcionalidad en los nuevos espacios también caracteriza el diseño del hospital. Una organización del espacio muy pensada por parte del estudio se tradujo a efectos cotidianos en la reducción de los tiempos de desplazamientos y en la separación de las estancias públicas y privadas. Quisimos construir un edificio compacto, con distancias cortas y a una escala humana. Jerarquizamos el interior, que depende de la intensidad del tratamiento que el paciente va a realizar. Así, las áreas de hostelería, admisión y consultas se sitúan en la entrada, mientras que las zonas de urgencias, bloque quirúrgico y hospitalizaciones se encuentran en la zona opuesta. A medio camino quedan las áreas de diagnóstico y tratamiento.

Sin duda, uno de los logros del edificio es su óptimo aprovechamiento de la luz natural. Gracias al uso de mamparas de vidrio como elementos de partición y de lucernarios conseguimos que más del 86% del espacio esté iluminado con luz natural. Medidas como esta garantizan un ahorro del 30% de los recursos energéticos e hídricos del entorno respecto a un edificio de las mismas características construido de manera convencional.

Todas estas características hicieron que nuestro diseño del hospital de Collado Villalba recibiera en 2013 el premio Highly Commended en el World Congress on Design and Health, que tuvo lugar en Australia. Nos sentimos muy orgullosos de este proyecto; no solo por este reconocimiento —que nos hizo especial ilusión, no podemos decir que no—, sino porque conseguimos integrar en un solo edificio aspectos muy importantes para nosotros como son la sostenibilidad, el respeto por el entorno y la arquitectura al servicio del paciente.