El departamento de I+D es el valor añadido de Enero Arquitectura, al que dedica un 15% de su actividad cotidiana. Uno de los ejemplos de su apuesta por la innovación es la construcción de la guardería de Móstoles, un espacio de 300 m2 elaborado a partir de materiales prefabricados, una nueva forma de desarrollar proyectos que permite acortar plazos y aumentar calidades sin alterar el precio habitual de las obras.

La apuesta de Enero Arquitectura por el departamento de I+D, al que destina el 15% de su actividad habitual, es una realidad creciente. Un claro ejemplo de ello es nuestro último proyecto de obra nueva: una guardería construida a partir de materiales prefabricados. Desde nuestro estudio hemos apostado por una nueva forma de elaborar y construir proyectos que nos permite dividir en dos las fases de ejecución. Por un lado, trabajamos las estructuras 3D en el taller, de forma que garantizamos un nivel de acabado muy superior a cualquier obra convencional. Por otro lado, desarrollamos los trabajos necesarios en la parcela para asentar esas estructuras prefabricadas.

Esta innovadora forma de desarrollar el proyecto nos ha permitido trabajar con plazos muy ajustados sin comprometer el resultado final. En poco más de tres meses llevamos a cabo la construcción de la guardería prefabricada, ubicada en Móstoles, que gracias a sus 300 metros cuadrados dará servicio a 60 niños de entre 0 y 3 años a partir del próximo curso.

La forma de operar no es nueva. Esta experiencia llevada a cabo por Enero Arquitectura resucita técnicas que han venido desarrollándose a lo largo de la historia reciente de la Arquitectura y que no han terminado de asentarse. Nosotros decidimos apostar por esta aproximación, con la idea de ofrecer a nuestros clientes una mayor garantía de éxito en sus inversiones, acotando los plazos, aumentando calidades y sin incidir en el coste habitual de las obras. ¿Nuestro próximo reto? El desarrollo de edificios a mayor escala, como los hospitales.