Una vez más, los miembros del equipo de Enero nos pusimos la mochila al hombro y nos preparamos para disfrutar de un fin de semana de convivencia y arquitectura. El objetivo del viaje no era otro que pasar unos días juntos y hacer equipo de la mejor forma que sabemos: rodeados de naturaleza e historia.

En esta ocasión, los destinos elegidos para nuestro viaje anual fueron Ávila y Madrid. La primera parada es ruta obligatoria para los amantes de la arquitectura: visitamos el Monasterio de Guisando, en Ávila, declarado sitio histórico desde el año 1954. Más allá de la espectacularidad de la obra, para nosotros, como expertos en restauración, esta pedagógica excursión tenía un segundo motivo: ser un magnífico proyecto de rehabilitación patrimonial en un edificio con mucha historia.

Por su parte, el segundo destino del fin de semana –Madrid– tenía otro objetivo: dar a conocer a las nuevas incorporaciones de la plantilla dos de los proyectos de Enero ya terminados en la capital. Los nuevos miembros del equipo, la mayoría residentes en Barcelona o Ibiza, donde hemos abierto oficinas recientemente, pudieron conocer de primera mano y con los mejores guías el Hospital de Collado-Villalba y la guardería modular de Móstoles, dos obras de nueva construcción que son ya dos símbolos de los primeros diez años de vida de Enero.

Con este viaje consolidamos una tradición que cumple tres años. Así, en 2014 viajamos hasta Asturias, región en la que tenemos varios proyectos de rehabilitación patrimonial en curso como el del Palacio del Marqués de Santa Cruz, ya terminado, o el de Figuras, que concluirá a finales de este año.

Por su parte, en 2015 visitamos las islas de Ibiza —donde tenemos en marcha la rehabilitación de varios hoteles de la zona, así como la reforma de casas payesas como la de Can Moreno— y Formentera, en la que contamos con proyectos de obra singular como la construcción de una vivienda ubicada al borde del mar.