Un antiguo almacén conservado en pésimas condiciones. Este es el punto de partida del proyecto de rehabilitación integral del loft ubicado en la Avenida Daroca, anexo a las oficinas del estudio, y propiedad de Francisco Ortega, director y fundador de Enero.

La presencia de humedades y filtraciones, el escaso aislamiento y el mal estado de la cubierta obligaron a plantear una reforma total del espacio. Así, hubo que rehacer el saneamiento, aislar térmicamente la vivienda y retirar el enfoscado que cubría el ladrillo de los muros que se dejaron a la vista, además de plantear una nueva cubierta y excavar la solera existente para ganar altura.

Por su parte, la distribución se planteó en tres alturas diferentes para jugar con los espacios y la luz. En la planta baja se ubican el salón, la biblioteca, la sala de cine y la de música-despacho; en la intermedia, la cocina, el aseo, el office y la entrada, y en la planta alta, tres dormitorios y sus baños.

Todos los espacios son permeables a la vista, aunque en la zona de noche cuenta con un sistema de paneles correderos que permite preservar la intimidad. Los propietarios apostaron por espacios amplios y abiertos, ya que concebían la casa como un espacio en permanente evolución que les brindara la posibilidad de poder cambiar los usos en función de las necesidades. Así, la planta baja tan pronto es una sala de juegos infantiles como se convierte en una sala de proyecciones, gracias a la versatilidad que ofrece el diseño planteado para esta original vivienda.

 

Iluminación y materiales para el interior

La iluminación también juega un papel muy importante en el conjunto de la vivienda, tanto en el aspecto directo como en el indirecto, con luces que bañan el ladrillo, y le aportan una tonalidad cálida, y con campanas industriales que simulan la luz natural. Esto se ha logrado gracias al recurso de luz cenital, un elemento que le aporta singularidad a la vivienda.

Por último, en la elección de los materiales, optamos por el respeto al pasado industrial del espacio, utilizando hierro y bloques de hormigón, y por la sinceridad de otros materiales como el ladrillo o la madera barnizados. Así, los tonos predominantes de la vivienda son el rojizo del ladrillo, el ocre de la madera, el negro del hierro y el blanco de las paredes. Por su parte, el contraste de color en textiles y alfombras destaca y limita los espacios.