En nuestros proyectos de rehabilitación patrimonial la cultura del entorno, el paisaje y la historia de cada edificio son fundamentales. Algunos de nuestros proyectos en Asturias reflejan a la perfección esta filosofía. Es el caso de Villa Excélsior, un palacete de indianos localizado en Luarca. La historia de esta propiedad se remonta al año 1912, cuando el asturiano Manuel Méndez de Andés decidió construirla al recibir una millonaria herencia de su tío. Este, llamado igual que su sobrino, había hecho fortuna al emigrar a Argentina, donde estableció una industria de tabacos llamada La Abundancia; en esta empresa, el producto más vendido eran los cigarrillos Excélsior.

Méndez de Andés encargó la construcción de su palacete al prestigioso arquitecto Manuel del Busto, quien diseñó un edificio de seiscientos metros cuadrados con elementos arquitectónicos clásicos y modernistas. Del Busto incluyó galerías, balcones, multitud de ventanas de distintas formas y vidrieras, elaboradas por la fábrica Maumejean, familia de expertos vidrieros. En el interior, una gran escalera de mármol con balaustrada de madera daba acceso al piso superior. Villa Excélsior fue rodeada por un jardín, diseñado por Pedro Múgica, donde se plantaron árboles procedentes de distintas partes del mundo. Una vez terminada, el propietario se instaló en ella con su familia y esta casona de cuento se convirtió en un símbolo del poder político y social de la Asturias de aquella época.

Desafortunadamente, Manuel Méndez De Andés no pudo disfrutar mucho de la construcción, ya que siguiendo el ejemplo de su tío estableció negocios en Argentina y en la vuelta de uno de sus viajes, Manuel falleció en su camarote mientras regresaba a Asturias. Con el tiempo, el resto de la familia fue saliendo de la casa, con excepción de Esther Méndez de Andés, una de las hijas del matrimonio, quien permaneció allí, hasta que falleció en 1999 a los 99 años. Villa Excélsior había estado abandonada desde entonces, para tristeza de todos los habitantes de la zona, que veían como el caserón iba desapareciendo lentamente; esto cambió en 2010, cuando Paisajes de Asturias compró la propiedad.

Poco después, la rehabilitación del edificio fue adjudicada a ENERO, y nuestro estudio empezó a trabajar para dar vida a un proyecto en el que planos y materiales tenían que adaptarse a la construcción existente. Como siempre decimos, cuando nos enfrentamos a una rehabilitación de patrimonio trabajamos para conservar la esencia del edificio, de manera que la historia guardada entre sus paredes no caiga en el olvido.

Todavía quedan algunos meses para que podáis ver el resultado, pero los trabajos de rehabilitación van viento en popa y creemos que todos los protagonistas de esta historia se sentirían muy orgullosos al ver que ENERO Arquitectura ha conseguido que Villa Excélsior resurja de sus cenizas.

En los últimos años han sido muchas las personas que han seguido de cerca los cambios que iba experimentando el edificio, hasta el punto de que existe un blog llamado El jardín de Villa Excélsior, al que agradecemos infinitamente su labor de documentación, ya que nos ha ayudado a redactar este post.