Conservación del patrimonio: hórreos, paneras y cabazos
Hoy nos gustaría compartir con vosotros tres elementos que nos encontramos muchas veces en las obras de rehabilitación de patrimonio que llevamos a cabo. En Enero Arquitectura apostamos por la conservación del patrimonio y, siempre que sea posible, nos gusta preservar la esencia del edificio, algo que conseguimos cuando recuperamos elementos tradicionales, como los hórreos, las paneras y los cabazos. ¿Tienes curiosidad por saber qué son y para que sirven? Pues allá vamos.
- Los hórreos: los hórreos son construcciones de madera elevadas del suelo para aislar su contenido —que suelen ser alimentos, especialmente cereales— de la humedad y de los animales. Aunque su origen no se sabe a ciencia cierta, se cree que estas construcciones, típicas del noroeste de España, empezaron a fabricarse en el siglo VIII. Lo más característico de los hórreos es que la planta está suspendida sobre unos pilares llamados pegollos, lo que confiere un carácter muy peculiar.
- Las paneras: las paneras nacieron cuando la capacidad de algunos hórreos se quedó pequeña. Se trata de una construcción muy similar al hórreo, solo que más grande, por lo que suele contar con seis o más pegollos. Esta característica hace que el tejado, a cuatro vertientes, necesite de una cumbrera horizontal. Además, las paneras suelen estar más ornamentadas, presentando muchas veces un corredor y una balaustrada.
- Los cabazos: los cabazos son construcciones pequeñas de planta rectangular y tejado a dos aguas que sirven, como los hórreos y las paneras, como lugar de almacenaje. Pueden estar fabricados de pizarra o madera, y a veces combinan ambos materiales. Al igual que los hórreos y paneras, están suspendidos sobre el suelo, apoyados en dos muros de piedra sólidos o sobre una plataforma. En Asturias encontramos dos tipos de cabazos: los de estilo Mondoñedo, con el frontal fabricado de listones de madera, y los de estilo Ribadeo, con el frontal de piedra.
En Enero Arquitectura creemos que elementos como los descritos ayudan a que el edificio conserve su carácter y, para ello, es fundamental conocerlos, entenderlos y apreciar su valor histórico, cultural y arquitectónico. Aquí te dejamos uno de nuestros mapas de Asturias, donde se ve el predominio de cada uno de estos elementos arquitectónicos tradicionales.