Enero Arquitectura edifica un centro de protonterapia en España
En ENERO somos especialistas en arquitectura para el paciente. Nuestros conocimientos y la experiencia adquirida en los más de diez años que llevamos trabajando en este ámbito nos han permitido llevar a cabo proyectos hospitalarios de gran envergadura. Todos ellos han supuesto un gran un reto, algo especial, pero el que ahora nos ocupa implica algo más: ser pioneros en España.
En nuestras manos está la construcción del primer centro de protonterapia de nuestro país, que tratará a pacientes oncológicos mediante el uso de protones. Las particularidades de un proyecto de este tipo y sus novedosos requerimientos son sin duda una fuente de motivación junto a su función final: trabajar para mejorar la vida de los pacientes.
El alma de un centro de este tipo es el ciclotrón, un tipo de acelerador de partículas, en este caso protones, que en su aplicación contra determinados tipos de cáncer ofrece unos resultados iguales o mejores que la radioterapia convencional, con la ventaja de que reduce los efectos secundarios en el paciente. La dosis total de radiación en cada tratamiento es mucho menor de lo habitual y los alrededores del tumor apenas se ven sometidos a ella, con lo que la calidad de vida del paciente mejora considerablemente. En la actualidad se calcula que hay cerca de 60 centros de protonterapia en todo el mundo, una cifra que se prevé alcance los 125 en 2020.
Al diseñar un centro así hay dos retos principales: el técnico propio de la instalación del acelerador de partículas, que debe estar absolutamente aislado en un búnker de hormigón, y el humano, ya que la arquitectura del edificio en el que pasarán su tiempo los pacientes también influye en la mejora de su calidad de vida.
El tratamiento es fundamental para la salud de los pacientes, pero hay otros factores que influyen en su bienestar en los que la arquitectura tiene un papel importante. El diseño del espacio puede contribuir a reducir el estrés. Está en nuestras manos crear un ambiente amable capaz de mejorar el estado de ánimo de quienes lo ocupan, algo que puede ser determinante en la calidad de vida de los pacientes. Se trata no sólo de luchar contra la enfermedad, si no de generar un entorno capaz de generar salud, y ahí es donde podemos ser determinantes como arquitectos.
La superficie construida de este nuevo edificio hospitalario superará los 1.900 metros cuadrados y, aunque ha sido diseñada de una manera unitaria, a nivel organizativo y funcional se pueden distinguir dos zonas:
– El búnker de hormigón, situado en la parte interior y más resguardado de la parcela, destinado al tratamiento con protones. Será la zona la más alta del complejo y supone el mayor reto, al tratarse de una instalación inédita en nuestro país que requiere unas condiciones de aislamiento y seguridad extremas.
– La zona destinada al tratamiento ambulatorio y al diagnóstico por imagen, que se sitúa en la parte más visible de la parcela y que abraza al búnker de hormigón, donde se encuentran los accesos al edificio.
Esta simbiosis funcional de dos áreas claramente diferenciadas genera la morfología principal del edificio. Como es norma en todos nuestros trabajos, la experiencia del paciente es la clave de la distribución interior. Las distintas dependencias se dividen mediante franjas transversales, que representan la secuencia de tratamiento al que se expone el cliente desde que entra hasta que llega a la zona donde se realiza el tratamiento de protones. Antes de someterse a la sesión, que apenas dura unos minutos, a los pacientes se les coloca un dispositivo de inmovilización que permite mantener la posición durante toda la terapia. Después, según cada caso, se realiza un TAC o una resonancia magnética nuclear para reconstruir en 3D la zona afectada. Las sesiones de protonterapia se prolongan por lo general entre cinco y siete semanas, por lo que el paciente pasa en su conjunto bastante tiempo en un entorno que debe serle lo más amable posible.
En ENERO Arquitectura nos sentimos especialmente identificados con este proyecto; por el carácter vanguardista del centro, por las técnicas innovadoras que utilizará en sus tratamientos y porque su finalidad es hacer que las personas tengan cada día una mejor calidad de vida.