La buena vida: visita guiada a las casas de la modernidad, de Iñaki Ábalos.

Este libro propone al lector visitar siete casas inventadas a lo largo del siglo XX, con el objetivo de relacionar distintas técnicas arquitectónicas con diferentes maneras de ver el mundo. Así, a través de los distintos capítulos, es posible visitar casas como la existencialista, la positivista, la fenomenológica o la del pragmatismo. La buena vida es una lectura más que recomendada para aquellos arquitectos filósofos interesados en entender la arquitectura como una nueva forma de pensar.

El muro, de Jesús María Aparicio
El muro es un libro que se centra en la idea que genera un proyecto arquitectónico. Según Jesús María Aparicio, quien considera que el pensar, el enseñar y el construir es un todo, en los muros de una arquitectura es donde se unen lo teórico y lo práctico, lo genérico y lo particular. “La idea del espacio de arquitectura es la misma que la del muro que lo encierra y que, en su relación con otros muros, crean el espacio”.

Hacia una arquitectura, de Le Corbusier
Esta obra, publicado a principios de los años 20, es un manifiesto para apostar por la sencillez y la abstracción en la arquitectura. Le Corbusier quiso crear polémica y afirmó que el trabajo del arquitecto no consiste en mantener en pie una casa (cosa que se da por supuesta), sino que tiene que conseguir formas sencillas armónicas que provoquen una reacción en las personas al ser admiradas. Este libro influyó de forma notable en el desarrollo de la arquitectura moderna, así que debería ocupar un espacio asegurado en la mesilla de noche de todo arquitecto.


Complejidad y contradicción en la arquitectura, de Robert Venturi

Otro autor polémico fue Venturi, quien en su obra Complejidad y contradicción en la arquitectura quiso desmitificar algunas suposiciones ligadas a la arquitectura de la década de los sesenta. El autor declaraba que prefería “los elementos híbridos a los puros, los comprometidos a los limpios, los distorsionados a los rectos, los ambiguos a los articulados, los tergiversados que a la vez son impersonales a los aburridos que a la vez son interesantes, los convencionales a los diseñados, los integradores a los excluyentes, los redundantes a los sencillos, los irregulares y equívocos a los directos y claros”. De esta manera, Venturi animaba a los arquitectos a descubrir formas distintas y rompedoras de solucionar algunos de los problemas del diseño arquitectónico.

El elogio de la sombra , de Junichiro Tanizaki
Tanizaki, figura decisiva en la literatura contemporánea de Japón, escribió El elogio de la sombra para reivindicar la belleza de la estética japonesa. El autor argumenta que, frente a lo que es considerado como bello en Occidente —ligado siempre a la luz y al color blanco—, la oscura y negra belleza Oriental no debe quedar en el olvido. Analizando elementos japoneses, como la cerámica, la tinta china, o la construcción de las viviendas, el escritor hace un llamamiento para tener en cuenta que, muchas veces, las construcciones plagados de sombras también tienen su encanto.