Centro de salud para pacientes de cáncer

Los hospitales y los centros de salud son percibidos normalmente como lugares fríos que son el escenario de situaciones a veces complejas. Dar el paso para ingresar en un centro especializado para el tratamiento del cáncer requiere enfrentarse a un proceso de aceptación.

El estudio danés de Nord Architects ha sabido darle la vuelta a esta barrera a la que se enfrentan los pacientes de cáncer en su centro de salud en Copenhague. Han proyectado un edificio concebido no sólo para la recuperación y el auto conocimiento, sino también para la diversión. Para el equipo encargado de diseñarlo la clave para conseguir esto ha sido pensar en una arquitectura de escala humana que permita crear un entorno de atmósfera hogareña.

La arquitectura puede servir como una herramienta más en la curación y tener una influencia positiva en la vida de las personas.

 

REINVENTANDO EL CONCEPTO DE ARQUITECTURA HOSPITALARIA

Al entrar en el edificio no encontraremos ni inmensos espacios de recepción ni secretarías que nos atiendan. En su lugar, al ingresar al acogedor lounge de entrada los pacientes reciben la bienvenida de un grupo de voluntarios. Estos voluntarios, antiguos pacientes de cáncer, se encargan de facilitar el trance inicial que supone ingresar en un centro de estas características.

El conjunto de los espacios del centro se articula bajo la misma filosofía. El objetivo estaba definido desde un principio: el centro debía ser tan acogedor como un hogar. Gracias a esta premisa, el centro cuenta con espacios poco comunes en la arquitectura hospitalaria: un patio para la autocontemplación, espacios para el ejercicio físico o incluso una cocina común donde recibir clases. Estos espacios consiguen mejorar la salud de los pacientes gracias a una arquitectura acogedora, luminosa y con una escala humana.

 

Espacios comunes del centro de salud

Espacios comunes del centro de salud. Nord Architects. Fotografía © Adam Mørk

 

LA ICONOGRAFÍA DEL HOGAR: UN CENTRO DE SALUD ACOGEDOR Y CERCANO

El equipo de arquitectos daneses quiso dotar al centro de una imagen icónica. Decidieron concebir un edificio para concienciar sobre el cáncer desde la cercanía y el apoyo a los pacientes.

 

La respuesta formal del icono creado por estos arquitectos hospitalarios es sencilla: no hay nada que pueda representar mejor un hogar que una casa. En este caso, el proyecto interpreta la imagen de un conjunto de típicas casas danesas unidas entre sí. El techo continuo y plegado que recuerda a las tradicionales formas japonesas del origami dota además al centro de un carácter particular. Se trata de un edificio que ha conseguido convertirse en monumento sin perder por ello la escala cercana y humana que le caracteriza.

 

Los materiales elegidos para su construcción también son poco habituales en comparación con la mayoría de los centros hospitalarios. La madera, el hormigón y el aluminio aportan tonos cálidos y nos acercan a una imagen amable del centro.

 

El centro de salud para pacientes de cáncer en Copenhague supone sin ninguna duda un cambio de paradigma en la manera de entender la atención a los pacientes. La apuesta por la recuperación activa en lugar de la pasiva ha demostrado favorecer una recuperación más rápida, una ventaja para todas las partes implicadas. Este centro de salud ha conseguido ser un ejemplo por su arquitectura además de por su manera de entender el tratamiento del cáncer. Su modelo ha sido replicado tanto en Dinamarca como en otros países del mundo.

 

Patio central del complejo

Patio central del complejo. Nord Architects. Fotografía © Adam Mørk