Desde 2009, ENERO Arquitectura, estudio especializado en arquitectura hospitalaria, se ha encargado de desarrollar el plan de renovación integral de uno de los centros hospitalarios más representativos a nivel nacional: el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid.

 

El objetivo del plan era lograr una imagen más unitaria y homogénea del complejo, adaptándolo a las necesidades y avances de la medicina actual de cara a garantizar un mejor diagnóstico y tratamiento de los pacientes.

 

Recientemente, el estudio ha finalizado la intervención del área de medicina nuclear, un proyecto con un total de 559 metros cuadrados que ha mejorado su ubicación dentro del centro y ha integrado la última tecnología para el diagnóstico por radiación.

 

LA RENOVACIÓN DEL EMBLEMÁTICO HOSPITAL

 

ENERO Arquitectura puso en marcha el ambicioso plan de renovación del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz con el propósito de convertir su emblemático edificio en un espacio equiparable a un centro de nueva planta, con mayor capacidad y las últimas prestaciones. Pero, además, siendo funcional y eficiente tanto para el personal laboral como para los pacientes.

 

Para ello, fue preciso realizar una racionalización de todos los espacios de las diferentes unidades del hospital, así como la redistribución de los mismos. Al respecto, uno de los mayores retos del plan era la intervención y proyección del área de medicina nuclear.

 

Un desafío de arquitectura hospitalaria que el estudio superó con éxito gracias a una nueva ubicación óptima de la unidad con las siguientes características:

 

  • Conexión con la zona de diagnóstico por imagen y urgencias.
  • Comunicación vertical directa desde la mayoría de áreas de hospitalización, permitiendo la mejora del circuito asistencial tanto para pacientes ambulatorios como ingresados.

 

ARQUITECTURA HOSPITALARIA PARA LA UNIDAD DE MEDICINA NUCLEAR

 

La unidad de medicina nuclear cuenta con 559 metros cuadrados, en los que se incluyen tanto los espacios propios de la unidad como los espacios de circulación de pacientes. El proyecto de arquitectura hospitalaria se compone de dos zonas globales:

 

  • La zona «fría». Formada por las áreas de espera generales, admisión de pacientes, salas de trabajo y de preparación de informes para los facultativos y un despacho/consulta para el jefe de servicio.
  • La zona «caliente». Comprende los espacios de diagnóstico (sala PET-TC, SPECT-TC y salas de control), las zonas de espera de pacientes antes de las pruebas –compuestas por cinco boxes y cuatro cabinas de vestuario–, una sala de espera con aseos y la sala de preparación de dosis denominada «Gammateca», con espacio propio de preparación de pacientes.

 

De los cinco boxes de espera dentro de la zona «caliente», dos se utilizan para los pacientes del PET-TC y los otros dos para los del SPECT-TC. El quinto box se utilizará indistintamente para todos los pacientes.

 

Hay tres boxes dimensionados para que en ellos haya permanentemente un sillón de espera reclinable. Y en los otros dos existe la posibilidad de que el paciente esté en la camilla de transporte en el caso de que provenga de las unidades de hospitalización. Uno de los boxes de cama, además, está equipado adicionalmente para administrar la dosis de isótopo por aerosol y cuenta con una extracción específica para este uso.

 

Todos los boxes poseen iluminación regulable desde el interior para que los pacientes puedan elegir la intensidad y su espera sea lo más confortable posible. La naturaleza de los isótopos que se utilizan para realizar las pruebas en esta unidad, y los largos tiempos de espera antes y después de realizar la prueba diagnóstica, hacen que sea especialmente importante que los pacientes se sientan cómodos en estos espacios humanizados.

 

Las salas de diagnóstico disponen de una iluminación específica con una doble vertiente:

 

  • Una iluminación ambiente que se consigue mediante la inclusión de unos grandes lucernarios retroiluminados cubiertos con tela tensada que generan una iluminación difusa muy parecida a la luz natural.
  • Y una iluminación de acento que se genera con tiras LED en el suelo y en el techo, permitiendo una gran iluminación en la sala en caso de ser necesario.

 

En este proyecto de arquitectura hospitalaria, ambos sistemas de iluminación son regulables mediante sistema DALI para garantizar el mejor ajuste acorde a las necesidades de cada paciente y momento de la prueba.