ENERO Arquitectura ha participado como especialista en arquitectura hospitalaria en el concurso restringido para diseñar el Nuevo Hospital Regional de Bellinzona (Suiza), una nueva instalación de última generación capaz de hacer frente a las exigencias de flexibilidad del futuro.
CONEXIÓN A TRAVÉS DE LA NATURALEZA
El centro tiene una ubicación estratégica a orillas del río Ticino, en una gran zona abierta de la ciudad. El proyecto permite unir las zonas norte y sur de la ciudad a través de un gran parque, elemento articulador que funciona igualmente como espacio de relación del hospital con la ciudad. Este parque consigue que los espacios verdes se introduzcan no sólo en los espacios interiores sino también en las cubiertas del cuerpo que configura el zócalo.
UN CENTRO HOSPITALARIO CONCEBIDO PARA SER EJECUTADO EN DOS FASES DIFERENCIADAS
El pliego del concurso para este centro hospitalario, de aproximadamente 150.000 m2, presentaba el reto de construcción en dos fases. En la primera fase se construyen todas las unidades funcionales propias de un hospital, siendo la segunda fase una ampliación de superficie de la gran mayoría de ellas. Hacer posible la segunda fase de construcción manteniendo la actividad de la actividad total fue una complejidad importante, un condicionante principal del proyecto.
El concurso contaba además con ciertas particularidades, como incorporar en el edificio un hospital protegido de emergencia, y un refugio público y militar, todo ello con accesos por encima de la cota inundable de referencia, 4 metros por encima de la cota del terreno.
LA UBICACIÓN ESTRATÉGICA DEL CENTRO PERMITE SU TOTAL INTEGRACIÓN CON EL PAISAJE
La parcela si sitúa junto al río Ticino, río que recoge las aguas del deshielo y lluvias de los Alpes, lo que provoca inundaciones que alcanzan cotas de varios metros. Condicionado por este hecho, se planteaba la realización de una plataforma o “vasca bianca” que impida la entrada de agua al edificio, así como acoger algunas de las unidades funcionales del centro y accesos seguros durante las inundaciones.
Esta plataforma impermeable, que forma parte de un volumen a modo de zócalo, condiciona la composición volumétrica del edificio. Este zócalo acoge las áreas asistenciales de corta estancia (urgencias, radiología, consultas, bloque quirúrgico, etc.) en una pieza de hormigón. Por encima de este zócalo macizo el área de hospitalizaciones se proyecta como un edificio de formas más ligeras conformado mediante estructura de madera. El concurso fomentaba la sostenibilidad a través del concepto de “Hospital Verde”, y este modelo de centro hospitalario prioriza los aspectos medioambientales, constructivos, energéticos y de gestión como método para conseguir una alta calidad de vida.
La ubicación y orientación privilegiada del centro permite que todas las habitaciones tengan las mejores vistas de las montañas, y la mejor orientación, solo de este y oeste, evitando los fuertes vientos del norte alpino. La entrada de luz y un sistema de ventilación natural a través de patios permite humanizar los espacios interiores del hospital sin renunciar a la sostenibilidad. Las fachadas incorporan elementos de control solar para regular la incidencia del sol en los meses de mayor calor sin perder las vistas y la ventilación natural.
El Nuevo Hospital Regional de Bellinzona es el ejemplo de cómo la arquitectura puede convertirse en una herramienta para el cuidado, y a su vez de conexión con el paisaje y la naturaleza.